• La posición de Austria en Europa deberá hacerse visible y entendible a través de los medios culturales. Europa también se crea siempre por medio de sus historias y las concepciones de sus habitantes. Por ello, la integración europea es en esencia una tarea cultural.
• La cultura ofrece a Austria la oportunidad de tener un eco a nivel mundial. En medio de la creciente competencia por dichos “momentos de atención”, Austria posee excelentes oportunidades para ser descubierta y medida a través de sus grandes contribuciones culturales.
• Las actividades internacionales en los ámbitos del arte y las ciencias deben de ser complementadas por proyectos educativos, debido a que el futuro conocimiento regional dependerá del éxito de los ideales educativos europeos.
• Por medio de un compromiso por una Europa de la diversidad se pretende evitar al mismo tiempo un exceso en las políticas de identidad. En una política cultural abierta es necesario fomentar la comunión de intereses que no tengan un tinte únicamente nacional. Lo válido más bien es, como lo formuló Stefan Zweig, el amor por Austria, que permite ser patriota a la vez de ser ciudadano del mundo.
  

Estas tareas definen las metas de la Política Cultural Exterior de Austria:

• Queremos contribuir a la creación de una Europa más cultural. La fortaleza de Europa radica también en su diversidad cultural. Una comunidad que se basa únicamente en la política y el comercio no podría crear realmente una admiración por Europa, una opinión pública europea o una Europa verdaderamente democrática.
• Queremos, en el interés común, ganar a nuestros vecinos como aliados para hacer realidad las oportunidades de la región cultural de Europa Central.
• Queremos colaborar en el logro de la plena integración del Sur de Europa en el diálogo cultural europeo para que por medio del fortalecimiento de la sociedad civil de estos países se facilite la estabilización.
• Queremos fortalecer de forma concreta el diálogo entre las culturas y las civilizaciones, también por las experiencias históricas en cuanto a la lucha de los idiomas y culturas  y las ideologías totalitarias.  

Para todo lo anterior, las actividades culturales internacionales requieren de estructuras flexibles y métodos modernos.  Actualmente, la política cultural exterior de Austria cuenta con una red mundial de 30 foros culturales, 56 bibliotecas austriacas, 9 institutos lingüísticos, oficinas de cooperación especializadas en Washington, Lemberg y Sarajewo; así como sus Embajadas y Consulados Generales, que contribuyen también en las actividades culturales. Con estas funciones y objetivos, la política cultural exterior de Austria ya no es más una representación del pasado, sino una inversión en el futuro o más bien, como todo proyecto cultural, una intervención que promete algo nuevo.

Fuente: Ministerio de Asuntos Europeos e Internacionales